martes, 24 de julio de 2012

No estamos dormidos


Se empeñaron en matarla pero no pudieron.
Intentaron convertirla en un artículo de lujo.
Pero no se dieron cuenta. El lujo reside en tenerla.

Llegaron tarde.
Hace tiempo que nos dimos cuenta en la falsedad
del “borreguismo deslustrado”

Aquí se lee. Aquí se piensa. Aquí se opina.

Qué fácil es manejar un pueblo que no lee.
Que no piensa.
Que no opina.

Pero no es el caso.

La cultura no debe ser nunca un lujo.
Cierto es que la misma industria a veces hace guiños hacia ese rumbo sin norte.
A ver si estos tiempos nos llevan a no perder nunca ese horizonte.

Un pueblo culto es un pueblo sabio.
Y no culto en cantidad medible y tangible de conocimientos académicos.
Culto y sabio en conocimientos de los de verdad. De los de saber.
Del verdadero conocimiento, el de conocer.

Conocer realidades. De aquí y de allá.
Conocer lo que el mundo nos alcanza a descubrir.
El mundo de allá y el de aquí.
El mundo lejano. Pero también el cercano.

Nuestro mundo de escalera. Del rellano.
Nuestro mundo particular de balcones y corralas.
Nuestro mundo de oficinas, fábricas y empresas.
De minas y servicios.

De colegios, de vecinos, de ascensores…

Nuestro mundo de mercado.

Bajen el culo de sus lindos tronos de metales preciosos.
Que su gente no está dormida.
Que su pueblo es culto, muy culto.
Que sus gentes son sabias, muy sabias.
Que cuentan con la grandeza de cada metro cuadrado
de nuestras ciudades y pueblos.

Que no hay mayor incultura que su incultura “mandataria”…

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