jueves, 30 de agosto de 2012

Fotograma


 
Asomada al balcón.
Flores marchitas.
Aguas de mayo que ya no refrescan.
Amaneceres en bucle.

Las manecillas avanzan
pero las horas no.

Esperar de la vida
que la vida te espere.

Porque la felicidad
nunca marca su turno.
Porque la ilusión
ya no quiere asomarse.

La cara oculta de la luna.

Cierra, un día más, la puerta del café.
Abre, un día más, la puerta del alma.

Se sienta sobre la cama.
Despacio.
La ropa doblada, sobre la silla.

Respira hondo y, mirando al mismo punto de la pared, murmura muy despacito…

Mañana será otro día.

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