martes, 7 de agosto de 2012

Frascos pequeños

Tantas veces vi la noche en sus ojos que al final me di cuenta de que había olvidado cómo era un amanecer...


Anduvo el camino con firmeza y prometió no volver la vista atrás. Cuando llegó a su ansiado destino, descubrió que llevaba los zapatos de otro...

Le regalaste mi mirada...
Entonces todo se cubrió de invierno y nada, jamás, volvió a ser igual...


No hay nada más bello que mirar atrás y sentir nostalgia. Ni nada más triste que mirar hacia delante y seguir sintiéndola...


Hay instantes que deberían durar una eternidad. En este instante mi eternidad es tuya, durante un segundo...


Lo más curioso es, que cuando unieron sus caminos, ninguno se preocupó de saber cuál era su destino...

No hay comentarios:

Publicar un comentario