lunes, 23 de abril de 2012

Apunte

Huele a pueblo.
Aquí todo tiene su tiempo.
Hasta el aroma.
En la cocina de leña, al calor de la lumbre, se hace el puchero.
El aire, fuera, suena bravo.
Se sabe bailarín.
A su compás danzan copas de árboles frondosos que dan sombra a caminos de pueblo.
La amapolas se inclinan reverentes a su paso.
Huele a leña.
Huele a campo.
Donde las cosas son lo que son.
Leche con sabor a leche.
Carne con sabor a carne.
Aire con olor a aire.
Donde la pregunta no es cumplida y la respuesta es sincera.
Donde se emplea el tiempo en vivir y no en vivir a destiempo.
Donde caminos llevan en cada paso, en cada piedra,
historias de vida.
Donde el silencio de los montes dice tanto.
Viejas casas de piedra.
Viejas historias de chimenea.
Viejas páginas de la historia que se empeñan en dejar huella.
Viejos amaneceres que se hacen presente al despertar cada día.
La lluvia que cae son gotas de agua.
De noche en el cielo brillan las estrellas.
Pueblo.
Huele a pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario