lunes, 16 de abril de 2012

Instantes Rotos


Los nudillos golpean con vergüenza la puerta.
Su alma se abre de par en par.
Su semblante lleva la noche escrita sobre la frente.
Ecos de ayer viven en el armario.
Abre la ventana
asfixia ese aire.
Billete de ida a ninguna parte.
La maleta espera allí en el pasillo.
La nostalgia se instala frente al comedor.
Sobran cuchillos, platos y vasos.
Uno más uno hoy no suman dos.
Aroma de ayer entre el café molido.
Suena el teléfono casi de fondo.
No hay prisa.
No va a cogerlo.
En el estante los marcos de fotos dejaron la huella
de tiempos perdidos en instantes rotos.
De cielos que ya no cobijan estrellas,
de noches cubiertas de su soledad.
Eterna y fría…

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