jueves, 19 de abril de 2012

Estrellas (Para Fran, con inmenso cariño)


Aquel día del cielo cayó una estrella…

Le pusieron de nombre Fran.

Y con ella, desde entonces, dos ángeles custodios, Sofi y Agustina.

Aquella estrella tenía un brillo especial.

Todos, en casa, supieron enseguida que ese brillo intenso marcaría su camino.

Mamá Laura, papá Ramón, la abuela Susana, tía Emilia, el tío Toti, los primos Felipe y Martín… supieron que esa estrella devolvería siempre todo el amor y cariño multiplicado por mil.

Y esa estrella formó, junto a otras estrellas fuertes y brillantes las constelación de APANATE.

Una de las constelaciones más brillantes y resplandecientes de todo el firmamento…

Para todas estas estrellas que brillan también de día…

Porque su mirada tiene un brillo especial.
Porque su mundo solo es diferente
si los ojos del que mira quieren verlo diferente…

Porque su tiempo es intenso, profundo y verdadero.
Porque sus gestos encierran mil historias.
Porque su sonrisa llena…

Porque sus progresos son la más grande de las victorias.
Porque tienen tanta fuerza que algunos no la comprenden.
Porque nos vuelven tan fuertes que ni ellos lo imaginan…

Para aquellos que conviven con la fuerza de su luz
para aquellos que están ahí custodiando sus mañanas
para aquellos que se empeñan en que el mundo sí es su mundo
Para todos los que saben que hay fuerzas para seguir…

Por guiar su camino por las sendas de la vida…

Y así fue como la estrella Fran inundo los corazones de todos los que le rodean, de todos los que han descubierto que su cariño podía crecer hasta amar sin ataduras, plenamente, sin esperar nada a cambio…

Aquellos que descubren que el vuelo de una mariposa encierra sensaciones inmensas.
Aquellos que descubren que el viento sobre la cara puede tener mil matices.
Aquellos que en su silencio tienen un inmenso yo…

Constelación de estrellas que prende de fuego la noche.
De fuego callado. De intenso silencio.

Porque la diferencia siempre está
en los ojos del que mira…

Millones de besos y abrazos brillantes, querido Fran.

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