jueves, 19 de abril de 2012

El Síndrome del Don

Algunos piensan que su diferencia es un hándicap.
Otros piensan pobrecillo y le miran con lástima.
Otros prefieren no mirar…
En su mirada se asoma un mundo distinto.
Donde el vuelo de un pájaro o de una mariposa merece toda su atención, casi sin parpadear.
Donde su cariño sale del corazón sin ataduras torpes o posturas fingidas.
Donde sin cambiar el gesto te transmite su emoción.
Donde la mayor dificultad reside en vencer un miedo que él ni siquiera conoce.
Donde hay tanto cariño por repartir que nunca se agota.
Donde lo más triste de todo es que en pleno siglo XXI tengan que seguir pidiendo una oportunidad.
Si alguna vez tenéis la oportunidad de ver el mundo a través de sus ojos no os perdáis ningún detalle.
El mundo, desde sus ojos, tiene una intensidad fuera de lo común.
Los colores brillan con mayor fuerza.
El aire es tan puro y fresco que llena los pulmones de vitalidad.
Y la ternura. La ternura a través de sus ojos es tan intensa que se clava en el alma.
Si alguna vez cruza vuestra vida alguien con la tarea tan importante de sacar lo mejor de vosotros mismos, alguien con, parafraseando a una amiga, Síndrome del DON, no dejéis de aprender de cada uno de sus gestos.
Son auténticas lecciones de vida…

No hay comentarios:

Publicar un comentario