martes, 17 de abril de 2012

Sonrisa


Aquella mañana no sonó el despertador.
La ducha fue casi fría.
El desayuno sólo bebido.
El autobús arrancó cuando puse el pie en la parada.
En el trabajo estrés y papeles.
Buzón sin cartas, solo facturas.
Y en la tele los mismos programas de siempre.
Pero al acostarme, una sonrisa en los labios.
Una sonrisa del alma, sencilla sin aspavientos.
Una sonrisa sincera, porque en algún momento del día
tú me habías sonreído.

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