lunes, 16 de abril de 2012

Faro


Las olas rompen en la orilla con reiterativo compás.
Parecen susurrar tu nombre en cada embestida.
Primero fuerte e intenso, luego se desvanece entre la inmensidad del océano.
Es como tú.
Tan tú.
Intensa tu figura entre la inmensidad de la gente
para luego desdibujarte entre las siluetas mundanas de la
incógnita anónima.
Y el faro.
Solitario vigía de los sueños ajenos.
Mirando al horizonte para no ver jamás.
Se siente observado.
Incluso se ruboriza ante la cercanía de algún barco.
Se sabe referente.
Se sabe destino.
Rompen las olas gritando tu nombre.
Rompe la noche brillando tu cara.
Rompe la luna para dar forma a tus gestos.
Embrujo perdido con nombre de mujer.
Almas perdidas vagando en la playa.
Llanto de arena mojada dormida en la orilla…

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